Una de las formas más sencillas de expresar un rasgo de un sujeto (sea este cosa o persona) es utilizando los verbos ser, estar o parecer:
- Juan es tonto.
- María está enamorada.
- Esa mesa es cara.
- Santiago y Pablo parecen enfermos.
Si nos fijamos bien, los verbos no hacen más que unir a los sujetos (Juan, María, Santiago y Pablo, Esa mesa) con ciertas cualidades o propiedades propias de cada uno de ellos (Juan/tonto, María/enamorada, Santiago y Pablo/enfermos, Esa mesa/cara). Es decir, los verbos no aportan significado.
Los verbos ser, estar, parecer, que no hacen nada más que unir sujeto y cualidades o propiedades, son copulativos.
'Cópula' es un sinónimo de la palabra 'unión'.
Las cualidades o propiedades podemos expresarlas con diferentes elementos morfológicos* que concuerdan en género y número con el sujeto:
- Un adjetivo: Juan es inteligente.
- Un sintagma adjetival: Pedro es muy sabio.
- Un sustantivo: Carlos será ingeniero.
- Un sintagma nominal: Inés fue mi abuela materna.
- Un pronombre: Los culpables habían sido ellos.
- Un sintagma preposicional: Mi novia era de Berlín.
- Un adverbio modal: Isabel siempre será así.
*Además de los indicados en la lista anterior, otros elementos también pueden realizar la función de Atributo, pero dejamos su estudio para una entrada futura.
Algunas propiedades se expresan mediante palabras o expresiones invariables. En estos casos puede no aparecer la concordancia de género y número con el sujeto:
- Pedro es de Alicante.
- Este plan es una locura.
- Esa pizza está de miedo.
La función sintáctica que desempeñan todos estos elementos se denomina ATRIBUTO.
Atributo es, por tanto, un complemento de un verbo copulativo (ser, estar, parecer), que expresa propiedades o cualidades del sujeto.
El elemento que hacen la función de atributo puede sustituirse por el pronombre LO.
- (Inteligente) Pedro LO es.
- (Aburrida) Esta película LO es.
- (Espectaculares) Esas modelos LO son.
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