13 agosto 2014

Mientras escribo


Durante el estío y hastío madrileños, aumentan mis visitas a la biblioteca pública del barrio. Suelo acudir temprano, cuando hace algo de fresco y la caminata resulta más agradable. Me había quedado sin lecturas, y exploraba las estanterías sin ningún título ni autor en mente. Admito que si no andas bien de tiempo no es un método demasiado eficaz para buscar lecturas. Tenía sed y me dolían un poco los pies cuando llegué delante de las estanterías con la letra K.Mis ojos dieron con un viejo conocido.